La teoría del desdoblamiento que Jean Pierre descubrió en 1988 explica, sin postulados, pero con una sencilla lógica, las mismas leyes mecánicas de lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande. Sabemos que lo infinitamente pequeño de las partículas liberan cuantos (quantum) de energía en tiempos imperceptibles. En lo infinitamente grande, la mecánica relativista de Einstein muestra que una energía siempre está relacionada con la masa por la velocidad de la luz que no tiene nada de una verdadera velocidad (paradoja de Einstein que explica el desdoblamiento del tiempo).

Pero lo más importante es que la teoría del desdoblamiento impone tres tiempos simultáneos (pasado, presente, futuro) que nos hacen vivir y sobrevivir.
¿Por qué? en otro tiempo en donde tienen tiempo de existir, nuestros pensamientos crean futuros con sus consecuencias, buenas o malas. Dicho de otra manera, para sobrevivir lo mejor posible a cada instante, es indispensable tener pensamientos “lo-más-benevolentes-posibles-hacia-el-prójimo” para crear potenciales benevolentes que harán vivir a aquel que los actualiza en su presente.
 

A la inversa, si esos potenciales son malos, cada uno de nosotros podrá actualizarlos y vivir las consecuencias desastrosas de los mismos, en todos los ámbitos, pues somos tributarios de un futuro que nos puede dar malas informaciones para mejor hacernos esclavos. De ese modo, ya solo pensamos en nosotros mismos y nos volvemos verdaderas marionetas.

 

La comprensión de este desdoblamiento es interesante pues permite a todo el mundo vivir lo mejor posible en nuestro día a día. ¡Conozcamos pues el modo de empleo!